Todo comenzó con un mensaje en las redes…
Sin saberlo, empezábamos a escribir el capítulo más hermoso de nuestras vidas.
Fueron años de amor a distancia, de viajes y esperas, de abrazos guardados para después.

Luego llegaron los días compartidos, la casa, los acuerdos y desacuerdos, los proyectos… y la incertidumbre.
Cuando todo comenzaba a florecer, llegó una tormenta que sacudió hasta el alma.
Pero la vida es eso: una montaña rusa de emociones, donde las certezas no existen y lo único real es el hoy.

El mundo se detuvo, pero el amor no.
El amor sostuvo, abrazó y sanó.

Aprendimos que a veces el amor no alcanza, y otras veces, el amor no se rinde.
Desde aquel día renacimos, y hoy queremos disfrutar al máximo, tanto que decidimos casarnos y festejar, en lugar de hacer otro viaje por el mundo… porque somos viajeros apasionados.

Hoy es uno de los días más especiales de nuestras vidas, y queremos celebrarlo con ustedes, que en algún momento nos brindaron un momento, un asado, una charla, un mate, un abrazo.
Ustedes son quienes nos sostienen y acompañan.

Hoy celebramos nuestro amor, pero también celebramos el amor en todas sus formas.

Gracias por acompañarnos en este camino.
Ustedes también son parte de esta historia.